27 enero, 2021
4º caso de rabia tras trasplante en China
China ha notificado cuatro casos de rabia tras trasplante de órganos entre 2015 y 2018.
En el último caso se produjo en enero de 2019. El donante era un agricultor de 57 años que fue hospitalizado en noviembre de 2018 por un dolor abdominal continuo y un cuadro sincopal. Posteriormente fue trasladado a otro hospital con diagnóstico de obstrucción intestinal aguda. Su condición empeoró, se declaró muerte cerebral, entrando en el programa local de donación de órganos: se trasplantaron un total de cinco órganos, incluidas las córneas, los riñones y el hígado, a cinco receptores, respectivamente. El donante no tenía antecedentes de exposición o síntomas relacionados con la rabia.
La receptora fallecida era una paciente de 38 años que recibió el trasplante renal el 11 de noviembre de 2018. Se recuperó y fue dada de alta dos semanas después. Sin embargo, el 2 de enero de 2019, desarrolló fiebre y molestias al tragar. El 3 de enero, fue hospitalizada nuevamente desarrollando micción frecuente y urgente, aerofobia, opresión de garganta, escalofríos e hiperhidrosis. El 4 de enero, se observaron cianosis de labios, opresión de garganta, extremidades frías, convulsiones al beber agua, ancrofobia, vómitos con contenido espumoso blanco y fiebre. El shock se produjo con la pérdida del conocimiento e insensibilidad a la luz. Finalmente murió.
El resto de los receptores no desarrollaron síntomas relacionados con la rabia, pero se les administró inmediatamente la inmunoglobulina antirrábica y se les vacunó. A través de hallazgos de laboratorio, epidemiológicos y clínicos, se confirmó un caso de rabia causado por trasplante de órganos, a pesar de que no se realizó la posterior secuenciación del virus rábico de las muestras.
Los autores concluyen que es fundamental la colaboración entre los departamentos de salud pública, clínica y la administración sanitaria para evitar la rabia causada por trasplante de órganos. Los programas de detección activa establecidos para la rabia antes del trasplante de órganos también pueden ayudar a reducir los riesgos.
La rabia paralítica, a menudo ignorada en la práctica clínica, es una señal de advertencia. En este informe, se solicita la inclusión de la rabia en el programa de cribado activo antes de los trasplantes de órganos y la legislación de regulaciones para prevenir y controlar tales casos, a fin de alcanzar el objetivo de eliminar la rabia humana para el año 2030.
Fuente
Rabia
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