24 septiembre, 2023

Aedes albopictus en África

En marzo de 2022, la Organización Mundial de la Salud (OMS) lanzó la Iniciativa Global de Arbovirus, un plan estratégico para abordar los arbovirus reemergentes con potencial epidémico. Entre estos arbovirus se encuentran el virus de la fiebre del Valle del Rift, el virus chikunguña y el virus del Zika, que figuran en la Lista de Prioridades de la OMS debido a su expansión geográfica y su capacidad para causar epidemias. Sin embargo, en África se han identificado al menos otros 33 virus transmitidos por mosquitos. Históricamente, aparte del virus de la fiebre del Valle del Rift, se ha sugerido que hay brotes limitados de enfermedades arbovirales en África. No obstante, no se sabe en qué medida esto se debe a una transmisión limitada a nivel espacial o a la falta de notificación. Se argumenta que la epidemiología de al menos cinco arbovirus ya está cambiando en África debido a la urbanización y la propagación de mosquitos invasores, lo que hace urgente una mayor vigilancia y control coordinado de las infecciones por arbovirus en todo el continente.

 

La Biología Compleja de Aedes en África

 

Los estudios moleculares respaldan la distinción de Aedes aegypti en dos subespecies: Aedes aegypti aegypti y la ancestral Aedes aegypti formosus, nativa de África.

 

Aedes aegypti aegypti es el vector más importante del virus del dengue, el virus chikunguña y el virus del Zika a nivel mundial. Se cree que evolucionó a partir de Aedes aegypti formosus, adaptándose a entornos dominados por humanos, facilitada por los viajes en barco desde África a las Américas durante los siglos XIX y XX. Sin embargo, Aedes aegypti formosus ha sido registrado en áreas periurbanas y urbanas en la última década, lo que sugiere una adaptación a la deforestación y la urbanización en África. Además, Aedes aegypti aegypti ha sido registrado en áreas costeras de África, lo que probablemente se deba a su reintroducción y hibridación con Aedes aegypti formosus. La introducción de Aedes aegypti aegypti en África y su hibridación con Aedes aegypti formosus tiene implicaciones para la transmisión de arbovirus.

 

Invasión de Aedes albopictus y Periurbanización

 

Aedes albopictus se detectó por primera vez en África continental hace aproximadamente 30 años en Nigeria y Sudáfrica. Posteriormente, se ha detectado en varios países africanos. El análisis genético respalda que el establecimiento de Aedes albopictus en Camerún y la República Centroafricana ocurrió cerca de los años de su primera detección. La propagación de Aedes albopictus en África y la aparición de brotes frecuentes de arbovirus probablemente se faciliten debido al aumento del comercio y la urbanización. La urbanización cambia la dinámica de la idoneidad para Aedes aegypti y Aedes albopictus, incluyendo el aumento de hábitats larvarios artificiales y la densidad de huéspedes humanos. Se propone que hasta principios de la década de 2000, muchos países africanos no tenían áreas urbanas y periurbanas lo suficientemente conectadas y pobladas para respaldar la invasión generalizada de Aedes aegypti y Aedes albopictus, a diferencia de los países de América del Sur y Asia.

 

 

Implicaciones Epidemiológicas

Aedes albopictus se ha implicado en importantes brotes de virus del dengue y el chikunguña fuera de África. Además, Aedes albopictus es competente para transmitir el virus de la fiebre del Valle del Rift y el virus de la fiebre amarilla, lo que podría cambiar la epidemiología de estas enfermedades. En la última década, se han informado infecciones por arbovirus en países de África oriental que antes no habían notificado estas enfermedades, lo que sugiere la presencia de Aedes aegypti en estas áreas. Aedes albopictus también podría establecerse en países donde aún no se han detectado arbovirus. Esto subraya la necesidad de fortalecer la capacidad de vigilancia y control de enfermedades arbovirales en África.

 

Facilitando la Vigilancia entre Países

Para abordar estos desafíos, es crucial establecer la extensión de la propagación de Aedes albopictus, especialmente en África oriental. La vigilancia de Aedes albopictus podría integrarse en programas entomológicos para la malaria u otras enfermedades transmitidas por vectores. Además, se necesita más investigación para comprender mejor las rutas de propagación de Aedes albopictus, como las carreteras, los ríos, el mar y el aire. La colaboración entre países es esencial para detectar y monitorear las amenazas de salud y los vectores invasores.

 

Por tanto, la propagación de Aedes aegypti y Aedes albopictus en África y su implicación en brotes de arbovirus representan un desafío creciente para la salud pública en el continente. Se necesita una mayor vigilancia, colaboración entre países y un enfoque integral para controlar esta amenaza emergente. La pandemia de COVID-19 ha demostrado la importancia de la colaboración internacional en la seguridad de la salud global, y es esencial que los países africanos fortalezcan sus capacidades de vigilancia y respuesta a las enfermedades emergentes.

 

Fuente

 

 

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