Un perro importado a Canadá procedente de Irán el 28 de junio de 2021 desarrolló signos clínicos de rabia el 11 de enero de 2022 y fue sacrificado el 16 de enero de 2022. El diagnóstico de rabia se confirmó el 19 de enero de 2022.
Los resultados de la caracterización del virus mediante secuenciación genética confirmaron que el perro estaba infectado con una variante del virus de la rabia canina previamente notificada en Irán e Irak.
La investigación de seguimiento identificó 42 contactos humanos. Todos ellos fueron localizados y 37 recibieron profilaxis post-exposición. Todos los contactos relevantes con animales domésticos también fueron rastreados y están siendo tratados adecuadamente.
El perro rabioso no tuvo contacto con ningún otro animal silvestre o doméstico durante el periodo de riesgo de excreción del virus. Este es el segundo caso de rabia transmitida por perros notificado en Canadá desde la década de 1960. Ambos casos fueron notificados en los últimos siete meses y se produjeron en perros importados de Irán; el último caso fue notificado el 12 de julio de 2021.
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