Ecuador ha declarado el estado de emergencia como parte de una ofensiva contra el consumo y tráfico de drogas en el país.
La medida es una respuesta a las crecientes cifras de homicidios en todo el país y otros delitos relacionados con las incautaciones de narcóticos, que suman 147 toneladas en lo que va de año. Cuando el narcotráfico crece, también lo hacen los asesinatos y homicidios, robos de viviendas, vehículos, bienes y personas.
El estado de emergencia se mantendrá durante 60 días y permitirá a los militares unirse a las operaciones de confiscación de armas y drogas en nueve de las 24 provincias del país, incluido Guayas (Más del 70% de las muertes violentas en la provincia de Guayas están “de alguna manera” relacionadas con el narcotráfico), donde se encuentra la principal ciudad de Guayaquil. Las patrullas se realizarán las 24 horas del día.
En el resto del país, la policía incrementará los patrullajes y los esfuerzos de control en los lugares públicos.
Las muertes violentas también han aumentado dentro de las cárceles. El mes pasado, 119 personas murieron en disturbios en una prisión de Guayaquil, que el gobierno ha atribuido a los enfrentamientos entre bandas de narcotraficantes.
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