El gobierno de India ha cerrado cinco centrales eléctricas y prolongado el cierre de escuelas para tratar de contener la crisis de polución atmosférica que sufre Delhi. También prohibió los camiones que transportaban bienes no esenciales y detuvo la construcción en la capital y sus ciudades satélites.
La ciudad de 20 millones fue la capital más contaminada del mundo por tercer año consecutivo en 2020 (Fuente IQAir). La calidad del aire estos días ha alcanzado niveles peligrosos. Otras partes del norte de la India también han sido afectadas.
Los hospitales están experimentando un fuerte aumento en el número de niños con problemas respiratorios, lo que genera preocupación entre padres y médicos sobre su salud a corto y largo plazo. La exposición prolongada a contaminantes, incluido el plomo, podría provocar complicaciones más graves.
La mayoría de los días, el Índice de Calidad del Aire (AQI) se ha mantenido por encima de 451 en una escala de 500, lo que indica condiciones “muy pobres” y “graves” que afectan incluso a personas sanas y tienen un impacto grave en aquellas con enfermedades existentes.
El AQI mide la concentración de partículas venenosas PM2.5 en un metro cúbico de aire. El gobierno prescribe una lectura de PM2.5 “segura” a 60 microgramos por metro cúbico de aire durante un período de 24 horas.
Los residentes que soportan el aire tóxico casi todos los inviernos cuando las temperaturas y la velocidad del viento bajan y los contaminantes quedan atrapados en una espesa niebla. Noviembre generalmente trae consigo un empeoramiento de la contaminación, con un aumento en la concentración de pequeñas partículas en el aire, en parte porque los agricultores queman los desechos de los cultivos antes de una nueva temporada de siembra.
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