Los virus de la influenza aviar son extremadamente variables, altamente contagiosos, y están ampliamente distribuidos entre las aves, especialmente en las aves acuáticas y las aves limícolas silvestres (viven en el limus o lodo). La mayoría de estos virus, que normalmente son transportados en forma asintomática por las aves silvestres, solo causan enfermedad leve en las aves de corral. Estos virus también se denominan virus de influenza aviar de baja patogenicidad (IABP). Otros, los virus de influenza aviar de alta patogenicidad (IAAP), pueden destruir hasta un 90 o 100% de las manadas de aves de corral. Las epidemias de influenza aviar de alta patogenicidad se pueden propagar rápidamente, devastar la industria avícola y originar graves restricciones comerciales.
Los virus de la IAAP se han eliminado de las aves de corral domésticas en muchos países, incluido EE.UU. y Canadá; sin embargo, estos virus se pueden reintroducir a través de aves de corral, aves silvestres o aves de compañía importadas. Es posible que las aves silvestres sean portadoras de los virus de la IAAP, pero históricamente esto parece ser poco frecuente. Con más frecuencia, las aves silvestres transmiten los virus de la IABP a las aves de corral, y luego estos virus mutan para transformase en virus de IAAP mientras circulan entre las manadas de aves de corral.
El brote de linaje asiático de H5N1 de IAAP comenzó entre las aves de corral en el sudeste de Asia, en 2003. Desde 2003 hasta 2007, se expandió a las aves domésticas y silvestres de otras regiones de Asia, así como a otras partes de Europa, el Pacífico, el Medio Oriente y África. Aunque algunos países han erradicado el virus de sus aves de corral domésticas, esta epidemia es recurrente y no se espera su erradicación a corto plazo, a nivel mundial.
Distribución de la influenza aviar
La circulación de los virus de la influenza aviar no es un fenómeno nuevo. Es una enfermedad de distribución mundial y las diferentes cepas son más frecuentes en ciertas áreas del mundo que en otras.
Después de varios años de estabilidad epidemiológica, en el periodo 2020-2021 se produjo un aumentó la circulación del virus de influenza aviar en aves de corral domésticas y aves silvestres, comenzando en el sur de Rusia y Kazajistán, y con posterior difusión del virus hacia zonas de Europa septentrional y oriental, debido al movimiento de las aves migratorias, siendo de forma mayoritaria el subtipo H5N8 el que ha circulado (Imagen 1).
Imagen 1. Distribución del número total de detecciones de virus de la influenza aviar altamente patógena notificadas en Europa en las últimas estaciones.
En España, gracias al sistema de vigilancia pasiva, se han detectado en 2020-2021 3 focos de influenza aviar de alta patogenicidad en aves silvestres. El primero de ellos, detectado en un halcón peregrino (Falco peregrinus) hallado moribundo en el municipio de Noja, en las proximidades del Parque Natural de las Marismas de Santoña, Victoria y Joyel, Cantabria el pasado mes de noviembre; el segundo, detectado en 3 cigüeñas (Ciconia ciconia) y una oca (Anser anser), localizadas muertas por los Agentes Rurales en el Parque Natural dels Aiguamolls de l’Empordà, en la provincia de Gerona, los 5 y 11 de enero respectivamente; y el tercero en un ánsar común (Anser anser), localizado muerto por agentes medioambientales de la Junta de Castilla y León el 27 de enero de 2021 en la Laguna Grande de Villafáfila, en la provincia de Zamora.
Nada más empezar el 2022 (04/01/2022) en la provincia de Lleida se confirmaron nuevos casos de IAHP en 4 cisnes (Cygnus olor) y 1 cigüeña (Ciconia ciconia) encontrada muertas en la ribera del río Segre.
14/01/2022 en 3 gansos comunes (Anser anser) y garza real (Ardea cinerea) hallados muertos por agentes medioambientales de la Junta de Castilla y León en la Laguna del Oso, en la provincia de Ávila.
17/01/2022 en un cadáver de 1 cigüeña (Ciconia ciconia) hallada muerta por agentes medioambientales de la Junta de Castilla y León en la Laguna de La Nava de Fuentes, en la provincia de Palencia.
18/01/2022 en una granja de pavos en Segovia (Fuenterebollo). Se trata de una explotación de pavos de engorde, distribuida en dos naves, con un censo aproximado de 18.900 pavos de 10 semanas de edad. La sospecha de la enfermedad vino derivada por la detección de un incremento anormal de mortalidad en una de las 2 naves.
21/01/2022 en muestras recogidas de cinco gansos (Anser anser) hallados muertos en la laguna El Bohodón, en la provincia de Ávila. Esta laguna está muy próxima a la Laguna del Oso, en el radio de 10 km, en la que el pasado 14 de enero se detectó un caso similar.
01/02/2022 el Laboratorio Central de Veterinaria de Algete ha confirmado 4 nuevos casos de Influenza Aviar de Alta Patogenicidad (IAAP) en aves silvestres, 3 de ellos en la provincia de Ávila y 1 en la provincia de Girona:
Laguna de Donjimeno, provincia de Ávila: 1 ganso común (Anser anser) positivo a virus de IAAP H5N1;
Laguna de Palacios Rubio, provincia de Ávila: 1 ganso común (Anser anser) positivo a virus de IAAP H5N1;
Casco urbano de Hoyo de Pinares, provincia de Ávila: 1 paloma (Columba livia); positiva a virus de IAAP H5, sin poderse determinar la neuraminidasa.
Aiguamolls de l’Empordà, municipio de Castelló d’Empúries, provincia de Girona: 1 cigüeña (Ciconia ciconia) positiva a virus de IAAP H5N1. En este humedal también se habían detectado aves positivas a IAAP en enero del 2017 y de 2021 (en ambos casos subtipo H5N8) (Mapa 2).
02/02/2022 en una explotación de broilers localizada en el municipio de Villarrasa, en la provincia de Huelva, distribuida en dos naves, con un censo aproximado de 41.000 pollos de 6 semanas de edad. La sospecha de la enfermedad vino derivada por la detección de un incremento anormal de mortalidad en una de las 2 naves que comenzó el pasado 28 de enero. Las muestras tomadas por parte de los Servicios Veterinarios Oficiales (SVO) de Andalucía se remitieron al Laboratorio Central de Veterinaria de Algete, como Laboratorio Nacional de Referencia de la Influenza aviar en España, donde se ha confirmado que se trata de una cepa de IAAP subtipo H5N1.
Hablemos de la Enfermedad
La influenza aviar es producto de una infección por virus del género influenzavirus A y la especie de la influenza A de la familia Orthomyxoviridae. Estos virus también se denominan virus de influenza tipo A (Imagen 2). Además de los virus de la influenza A, estas especies incluyen los virus estrechamente relacionados de la influenza humana, equina, porcina y canina.
Imagen 2. Virus Influenza
Así, los virus de influenza aviar se agrupan en 3 tipos: A, B y C donde los de tipo A es el único que infecta a las aves y es zoonósico. Los virus de la influenza A se clasifican en subtipos en base a dos antígenos de superficie; las proteínas hemaglutinina (H) y neuraminidasa (N). Existen 16 antígenos hemaglutinina (de H1 a H16) y nueve antígenos neuraminidasa (de N1 a N9). Estas dos proteínas participan en la adhesión de las células y la liberación desde las células. Además, son blancos principales para la respuesta inmunológica.
Imagen 2. Subtipos del virus de la influenza en las distintas especies.
Los virus de la influenza aviar se clasifican como virus de IAAP o IABP, de acuerdo a las características genéticas del virus y a la gravedad de la enfermedad en pollos infectados en forma experimental. Si bien hay excepciones, los virus de la IAAP normalmente causan enfermedades graves en las aves de corral, mientras que las infecciones de IABP son generalmente mucho más leves.
Influenza aviar de baja patogenicidad (IABP), que suele causar una enfermedad leve que, en muchas ocasiones, pasa desapercibida e, incluso, sin presentar sintomatología
Influenza aviar de alta patogenicidad (IAAP), provocando signos clínicos graves y altas tasas de mortalidad.
Hasta el momento, solo los subtipos que contienen H5 o H7 han resultado altamente patogénicos; los subtipos que contenían otras hemaglutininas se han encontrado solamente en la forma de IABP. También existen virus H5 y H7 de IABP, y estas cepas pueden evolucionar a cepas de alta patogenicidad.
Los virus de la influenza aviar también se han aislado, aunque con menos frecuencia, de algunas especies de mamíferos, como ratas, ratones, comadrejas, hurones, cerdos, gatos, tigres, perros y caballos, así como de seres humanos. Algunas cepas pueden tener un marcado carácter zoonótico pudiendo en algunos casos causar enfermedad grave en humanos.
Epidemiología y transmisión
Las infecciones por virus de la influencia aviar en aves silvestres son generalmente asintomáticas; sin embargo, se han registrado altos índices de mortalidad en estas aves debido a algunos virus de linaje asiático H5N1.
Especies afectadas por la influenza aviar
Todas las especies aviares son susceptibles de padecer la enfermedad, incluyendo tanto las aves de corral como las silvestres; dentro de las aves, se muestran más sensibles a mostrar síntomas clínicos las gallinas y pavos; los gansos y patos parecen ser más resistentes a enfermar.
En general, los virus de influenza aviar no pueden ser transmitidos al ser humano, pero los subtipos H5 y H7 pueden afectar de forma esporádica al hombre y a otros mamíferos (se ha descrito también algún caso puntual con el subtipo H9). Hasta la fecha, todos los casos de transmisión al hombre de influenza aviar se han dado siempre en condiciones de estrecho contacto directo con aves infectadas y no se han constatado caso de transmisión entre personas.
Transmisión
En el caso de las aves, los virus de la influenza aviar se excretan a través de las heces y también de la saliva y las secreciones nasales.
Las heces contienen grandes cantidades de virus, y la transmisión por vía fecal-oral es generalmente el principal mecanismo de transmisión en los reservorios de aves silvestres.
También es posible la transmisión fecal-cloacal. La transmisión fecal se ve favorecida con la persistencia de los virus de la influenza aviar en ambientes acuáticos por períodos prolongados, particularmente a bajas temperaturas.
Se cree que la transmisión de los virus de la IABP por vía respiratoria no es importante en la mayoría de las aves silvestres; sin embargo, es posible que juegue un papel importante en algunas especies, particularmente las que viven en la tierra. Algunas cepas recientes de los virus de linaje asiático H5N1 (IAAP) se han encontrado en mayores cantidades en las secreciones respiratorias, que en las heces. Esto sugiere que, por lo menos en algunas aves silvestres, estas cepas pueden ya no ser transmitidas principalmente por vía fecal-oral.
Los fómites pueden ser importantes en la transmisión y las moscas pueden actuar como vectores mecánicos. Los virus IAAP también se han encontrado en la yema y en la albúmina de los huevos de gallinas infectadas. Si bien es improbable que estos huevos infectados incuben, los huevos rotos pueden transmitir el virus a otros pollitos dentro de la incubadora.
Los virus de la influenza aviar se transmiten fácilmente entre las aves. La excreción puede comenzar tan solo en 1 a 2 días después de la infección. La mayoría de los pollos excretan virus de IABP solamente durante una semana, pero una minoría de la manada puede excretar el virus en las heces durante dos semanas como máximo, y se ha reportado la excreción del virus durante 36 días en aves infectadas experimentalmente.
Los pavos pueden excretar algunos virus de la influenza durante 72 días como máximo. Con frecuencia, las aves acuáticas se infectan asintomáticamente y los patos pueden excretar estos virus durante 30 días como máximo. La transmisión de aves a mamíferos parece ser poco común.
Los animales infectados excretan el virus por las secreciones nasales, boca, ojos y heces. La enfermedad se transmite principalmente por contacto directo entre aves sanas y enfermas, aunque también puede propagarse por contacto con materiales, equipos, vehículos o alimentos o agua contaminados.
La avifauna silvestre juega un papel fundamental en la diseminación geográfica de la infección, por lo que resulta de gran importancia que las granjas avícolas adopten rigurosas medidas de bioseguridad para impedir el contacto de con las aves silvestres.
De hecho, son las responsables de la difusión de la enfermedad a través de sus rutas migratorias.
Una vez introducido el virus dentro de una explotación, al ser excretado por las heces y secreciones respiratorias la transmisión y difusión de este se produce fundamentalmente por:
Contacto directo con secreciones de aves infectadas, especialmente heces
Alimentos, agua, equipo y ropa contaminados
Vía aerógena
Se han registrado casos inusuales de una probable transmisión persona a persona, pero no se han registrado casos de transmisión sostenida, en personas infectadas por los virus de la influenza aviar. Se ha documentado la excreción del virus de linaje asiático H5N1 en las heces en un niño con diarrea. También es posible la transmisión de este virus a través de la placenta.
Es una enfermedad de declaración obligatoria ¿a quién obliga comunicarla? ¿por qué es tan importante declararla rápidamente?
Según el Real Decreto 526/2014, las enfermedades requieren distintos tipos de medidas de prevención, control, así como gestión de estas. Por esta razón, dicha enfermedad se encuentra incluida como enfermedad de notificación obligatoria inmediata (antes de 24 horas desde su detección) tanto a nivel internacional a través de la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE), como a nivel de la Unión Europea donde está incluida como enfermedad de categoría A; enfermedad que no está presente normalmente en la Unión Europea y en relación con la cual deben tomarse medidas de erradicación inmediatas tan pronto como se detecte su existencia.
En este sentido, el Reglamento 2018/1882 de la Comisión, de 3 de diciembre de 2018, relativo a la aplicación de determinadas normas de prevención y control a categorías de enfermedades enumeradas en la lista y por la que se establece una lista de especies y grupos de especies que suponen un riesgo considerable para la propagación de dichas enfermedades de la lista; recoge:
Por un lado, la gripe aviar altamente patógena, como enfermedad de categoría A (enfermedad de la lista que no esté presente normalmente en la Unión y en relación con la cual deben tomarse medidas de erradicación inmediatas tan pronto como se detecte su existencia),
y por otro lado, la gripe aviar de baja patogenicidad, como enfermedad de categoría D+E (enfermedad de la lista sobre la que deben adoptarse medidas para evitar su propagación en relación con su introducción en la Unión o con desplazamientos entre Estados miembros).
Vigilancia de la influenza aviar
En España existe un Programa Nacional de Vigilancia de Influenza aviar basado en el riesgo, con un componente de vigilancia activa y pasiva en aves domésticas y principalmente de vigilancia pasiva en fauna silvestre.
Fruto de esta vigilancia anualmente se analizan en España cerca de 10.000 muestras procedentes de aves domésticas y 1.000 muestras de aves silvestres.
Vigilancia pasiva clínica
La vigilancia clínica tiene por objeto la detección de signos clínicos de influenza aviar en la manada. El control de los parámetros de producción (aumento de la mortalidad, disminución del consumo de agua y piensos, presencia de signos clínicos evocadores de enfermedad respiratoria o disminución de la puesta, por ejemplo) es importante para la detección precoz de la presencia de infección por los virus de la influenza aviar. Específicamente se deberá observar lo siguiente:
La reducción de la ingesta de pienso y agua superior al 20%, sin justificar.
La reducción de la producción de huevos superior al 5% durante más de dos días, sin justificar.
Un índice de mortalidad semanal superior a un 3%, sin justificar.
Todo indicio clínico o lesión post-mortem que sugiera la presencia de influenza aviar.
Esta información puede haber sido comunicada por el veterinario clínico que esté al servicio de la explotación. El componente pasivo debe llevarse a cabo en todo el territorio nacional y en todo momento, y se reforzará en aquellos lugares y momentos en los que el riesgo aumente de acuerdo con los mismos sistemas de categorización de riesgo establecidos para la vigilancia activa.
Por su parte, el componente activo se basa en un muestreo enfocado al riesgo y estratificado en dos niveles, comunidades autónomas y explotaciones.
Vigilancia activa
El objetivo del programa de vigilancia de la Influenza aviar en aves de corral, a través de la vigilancia activa, es la detección de:
Infecciones subclínicas de Influenza aviar de baja patogenicidad de los subtipos H5 y H7 que puedan propagarse con facilidad entre las manadas de aves de corral de las categorías de gallinas ponedoras, incluyendo aquellas con sistemas de cría al aire libre, pavos de engorde y reproducción y aves de corral de especies del orden de las Galliformes para suministro de aves de caza que vayan a liberarse en el medio natural, en particular en zonas con una elevada densidad de establecimientos de aves de corral, habida cuenta de su potencial para mutar a IAAP con el fin de detectar agregaciones de casos de infección por IABP y controlar el riesgo de propagación.
Infecciones de Influenza aviar de alta o baja patogenicidad en patos, gansos, codornices y aves de corral de especies del orden de las Anseriformes para suministro de aves de caza que vayan a liberarse en el medio natural, en explotaciones dentro de territorio nacional, que normalmente no muestran signos clínicos significativos.
Localización del último foco en aves de corral (Villarrasa).
Cuando se declara un foco, las medidas que se toman pasan por:
Establecimiento de una zona de restricción alrededor del foco: 3 km de zona de protección (donde se encuentran 5 explotaciones comerciales) y 3-10 km de zona de vigilancia (donde se encuentran 15 explotaciones comerciales y 11 explotaciones de autoconsumo), como puede verse en el mapa.
Existen dos puntos de vista legales que es necesario conocer al hacer la notificación:
Por una parte, el artículo 5 de la Ley 8/2003, de Sanidad Animal, señala que:
“Toda persona física o jurídica, pública o privada, tiene la obligación de comunicar a la Autoridad Competente, de manera inmediata, en la forma y plazo establecidos, todos los focos de que tenga conocimiento de enfermedades de carácter epizoótico, o que por su especial virulencia, extrema gravedad o rápida difusión impliquen un peligro potencial de contagio para la población animal, incluida la doméstica o silvestres, o un riesgo para la salud pública o el medio ambiente. En los supuestos en que no se prevea un plazo específico en la normativa aplicable, éste será de 24 horas como máximo para las enfermedades de declaración obligatoria”.
Por otra parte, la notificación oficial de la enfermedad debe realizarse por la Autoridad Competente, es decir, los Servicios Veterinarios Oficiales de la Comunidad Autónoma donde se encuentre la explotación.
¿Cuáles son las posibles consecuencias económicas sobre el mercado con países de la UE y de terceros países?
Está situación ha llevado a la Subdirección General de Acuerdos Sanitarios y Control en Frontera del Ministerio de Agricultura Pesca y Alimentación (MAPA) a poner en marcha acciones en el ámbito de las exportaciones de productos procedentes de la avicultura con destino a países terceros.
Por ahora, han sido dos países, Israel y Sudáfrica, los que han respondido a la citada Subdirección General del MAPA para informarla de que prohíben exportar a su territorio cualquier producto de origen aviar y de cualquier parte del territorio español.
Bioseguridad ¿incremento de las medidas?
Un aspecto clave a la hora de evitar la difusión del virus es tomar una serie de medidas de bioseguridad. Esta guía pretende sugerir todas aquellas que son útiles para evitar la difusión del virus de estas dos enfermedades.
Se entiende por bioseguridad el conjunto de medidas estructurales de la explotación y aspectos del manejo orientados a proteger a los animales de la entrada y difusión de enfermedades infecto – contagiosas y parasitarias en las explotaciones. En el caso de la sospecha de una enfermedad aviar, mantener unas medidas de bioseguridad permitirá evitar la difusión de la enfermedad desde la explotación sospechosa.
Influenza aviar, lo podemos controlar con la bioseguridad.
Medidas de desinfección
Los virus de la influenza son susceptibles a una gran variedad de desinfectantes, tales como el hipoclorito de sodio, el etanol al 70%, los agentes oxidantes, los compuestos de amonio cuaternario, los aldehídos (formol, glutaraldehído, formaldehído), los fenoles, los ácidos, iodo povidona y los solventes lípidos. También puede inactivarse calentándolo a 56 ºC durante un mínimo de 60 minutos, así como mediante radiación ionizante o pH bajo (pH 2).
Los virus de influenza aviar parecen ser más resistentes a las altas temperaturas y al pH bajo que los virus de influenza de mamíferos.
Medidas de seguridad e higiene personal
Las aves de corral pueden infectarse mediante el contacto con aves o fomites recién introducidos y también mediante el contacto con aves silvestres, particularmente aves acuáticas. Se puede disminuir el riesgo de infección mediante un manejo de la manada tipo todo adentro / todo afuera (se retira a todos los animales juntos para desinfectar el área) y mediante la prevención del contacto con aves silvestres o sus fuentes de agua. Las aves de corral provenientes de mercados de aves vivas o del matadero no deben devolverse al criadero. Además, es necesario mantener estrictas medidas de higiene y bioseguridad para evitar la transmisión del virus en fomites.
No debe alimentarse a los mamíferos con aves de corral u otras aves que puedan estar infectadas con los virus H5N1 de linaje asiático o con otros virus de IAAP. También debe evitarse que estos entren en contacto con manadas y aves silvestres posiblemente infectadas.
Durante los brotes, los gatos y perros deben permanecer, en lo posible, en espacios cerrados.
Riesgo potencial del virus de la influenza aviar para el ser humano
De acuerdo con las evaluaciones de riesgo de la Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades (ECDC en sus siglas inglesas), el riesgo de infección es bajo para la población en general, siendo considerado bajo/medio para aquellas personas que tengan exposición frecuente a las aves. Esto incluye al personal que presta sus servicios en las granjas, mataderos, así como a los servicios veterinarios relacionados con la producción avícola.
El riesgo de contagio por alimentos en los países de la UE resulta insignificante, no habiéndose constatado ningún caso. La higiene de la cadena alimentaria garantiza que nunca existe contacto de los alimentos con los restos de animales, pues se adoptan de forma rigurosa las medidas higiénicas pertinentes y se controla la trazabilidad de los alimentos desde la granja de producción al consumidor. En cualquier caso, este virus no puede ser transmitido al hombre a través de carne de ave cocinada, huevos o productos procesados derivados de ellos.
¿Cuáles serían las recomendaciones para todos los profesionales con relaciones con la avicultura en estos momentos?
Cuatro drogas antivirales (amantadina, rimantadina, zanamivir y oseltamivir) son activas para combatir los virus de la influenza en humanos.
Además, la OMS recomienda la profilaxis con fármacos antivirales para las personas que sacrifican animales infectados por los virus H5N1 de IAAP.
Para evitar la recombinación entre los virus de las influenzas humana y aviar, las personas que estén en contacto con aves infectadas deben vacunarse contra la influenza humana.
También se sugiere que no estén en contacto con aves enfermas mientras tengan síntomas de gripe.
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