Hasta ahora, el género Listeria estaba compuesto por un total de 20 especies conocidas. Esta lista se ha ampliado con el hallazgo de una nueva especie: Listeria valentina, bautizada así por haber sido descubierta en Valencia, España, a partir heces de ovejas y en muestras de la superficie de un bebedero de los mismos animales.
La secuenciación de su genoma completo reveló que carece de los factores de virulencia de sus parientes L. monocytogenes y L. ivanovii, por lo que a priori se podría considerar como una especie nueva no patógena.
Desde 2008, los casos de listeriosis en la Unión Europea debido al consumo de productos contaminados con Listeria no han dejado de aumentar. En 2017, el número de casos confirmados de listeriosis en la Unión Europea aumentó a 2.480 y se notificaron 225 muertes
Las bacterias son la forma de vida más extendida en la tierra, habitan prácticamente todos los ecosistemas. España es uno de los países de la Unión Europea con mayor diversidad biológica debido en parte a su posición geográfica, su diversidad geológica, orográfica, edáfica y climática. Por eso, las probabilidades de hallar microorganismos aún no conocidos pueden ser altas
en investigaciones que se realizan en dicho entorno.
Se trata de una infección que también puede presentarse en forma de brotes: el mayor brote mundial informado en la historia provocó 937 casos y 216 muertes, y ocurrió en 2018, en Sudáfrica, debido al consumo de un producto cárnico procesado. Los seres humanos y los animales, se infectan por vía alimentaria, al consumir productos contaminados con Listeria. Los signos clínicos de la listeriosis son muy similares en todos los hospedadores susceptibles.
En personas inmunocompetentes, L. monocytogenes produce gastroenteritis febril, mientras que en individuos inmunocomprometidos produce septicemia y meningoencefalitis. En mujeres embarazadas produce abortos, mortalidad perinatal, infección generalizada y meningitis en neonatos (listeriosis neonatal).
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