9 junio, 2022

Monkepox. Asistimos al nacimiento de una nueva infección de transmisión sexual (ITS)

Las características epidemiológicas, clínicas y virológicas de las últimas series de casos publicados del brote actual de Monkeypox (viruela símica, MPXV) darían un paso más hacia respaldar la transmisión por contacto sexual del virus.

 

El estudio de las muestras obtenidas de las lesiones de pacientes del brote actual (cutáneas, genitales y anales, suero, plasma, líquido seminal, heces y nasofaringe) ha detectado la presencia del ADN del MPXV mediante técnicas de biología molecular de amplificación de ácidos nucleicos (PCR en tiempo real)

 

El comportamiento sexual de los pacientes de las series estudiadas junto con la aparición inicial de lesiones principalmente en las áreas anal y genital sugieren que el contacto cercano durante las relaciones sexuales tuvo un papel fundamental para la transmisión del virus.

 

Un reciente estudio demuestra que el análisis del líquido seminal obtenido en pacientes italianos con Monkeypox al inicio de los síntomas (días 5 a 7 de síntomas)  resultó positivo para MPXV. Aunque estos hallazgos no pueden considerarse evidencia definitiva de infectividad, demuestran una excreción viral cuya eficiencia en términos de transmisión no se puede descartar. 

 

Los famosos umbrales de ciclo de la PCR (CT) en estas muestras de líquido seminal tendrían rangos de de 27 a 30. Aún no se ha establecido la correlación entre el valor de CT y la carga viral infecciosa necesaria en el caso del MPXV. Los valores del CT en el semen de estos pacientes estaban en el rango de los medidos en sus hisopados nasofaríngeos. Valores que probablemente hacen que el aislamiento viral sea poco probable. Sin embargo, sí sabemos que es probable que el MPXV pueda transmitirse a través de sustancias de origen humano.

 

Las características de la población estudiada, así como la exposición informada a múltiples contactos sexuales sin preservativo, sugieren que la transmisión de persona a persona a través del contacto físico cercano en las redes sexuales juega un papel clave en el brote actual. Estamos sin duda dando un paso más para considerar el Monkeypox una ITS. Es muy probable que estemos ante el nacimiento de una nueva Infección de transmisión sexual aunque se necesiten estudios más definitivos para evaluar la presencia, persistencia y contagiosidad del virus en diferentes fluidos corporales.

 

A la vista de estos resultados y hasta que la evidencia sea mayor, hacemos un llamamiento a la población a la PREVENCIÓN, considerando el contacto sexual como una vía potencial de contagio para EVITAR la diseminación mayor de la enfermedad.

 

 

Monkeypox

 

 

 

Bibliografía

 

 

 

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