14 noviembre, 2020

Noviembre. Prevenir ataques de osos polares en Canadá

Cientos de osos polares llevan vagando durante semanas a lo largo de la tundra en la helada costa de la bahía de Hudson, esperando que se forme el hielo marino invernal para poder volver a cazar focas anilladas.

 

La situación representa un peligro para las 900 personas que viven en la cercana Churchill, una remota ciudad subártica en Canadá famosa por los carnívoros visitantes.

 

La ciudad está trabajando en un plan para prevenir encuentros entre los osos hambrientos y humanos, utilizando un sistema de radar basado en inteligencia artificial (Beardar) que puede observar y advertir cuando se acerca un oso. Permite su detección incluso en medio de una tormenta de nieve o durante la oscuridad de la noche. Cuando el radar detecta un oso deambulando hacia un asentamiento humano, alertará a las autoridades de conservación que luego desplegarán una variedad de tácticas, desde balas de goma hasta helicópteros para espantar al oso.

 

A medida que el cambio climático calienta el Ártico más rápido que el resto del mundo, la región ha atraído a más turistas, al menos hasta que la pandemia restringió severamente los viajes. Dado que el hielo marino se rompe antes y se forma más tarde, se están viendo más osos en la costa en más lugares y durante períodos de tiempo más largos.

 

El último ataque de un oso de Churchill fue en 2013, cuando un animal atacó a una joven que volvía a casa después de una fiesta de Halloween. La mujer sobrevivió después de recibir 28 grapas en el cuero cabelludo. En respuesta, dos osos murieron.

 

Los habitantes de Churchill están acostumbrados a convivir con cientos de osos durante parte del año: por regla general, la gente del pueblo deja las puertas de los coches y las casas sin llave por si alguien necesita refugiarse de los animales. Existe una línea telefónica 24 horas que recibe hasta 300 consejos sobre avistamientos de osos polares cada año. 

 

Cuando un oso se acerca demasiado en repetidas ocasiones, es atrapado por los guardabosques que patrullan la ciudad en camión y es trasladado a lo que los lugareños llaman la “cárcel del oso polar“. Un antiguo hangar de aviones militares en espera que pueda ser trasladado a la costa. Cada temporada unos 30 a 50 osos. 

 

 

Osos. ¿Qué hacer ante un ataque?

 

 

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