Distribución
El tifus de los matorrales es endémico de una zona denominada el triángulo tsutsugamushi, que abarca desde el norte de Japón y este de Rusia por el norte, hasta los territorios alrededor del Mar de Salomón en el norte de Australia por el sur, y hasta Pakistán y Afganistán por el oeste. Fuera de este triángulo, a partir del año 2006 se han descubierto casos similares en el archipiélago de Chiloé, en el sur de Chile, y se postula que podría tratarse de una nueva especie de Orientia.
Reciéntemente se han identificado casos en otras localizaciones como Chile.
Se desconoce la incidencia precisa de la enfermedad, ya que no existen elementos de diagnóstico en gran parte del amplio rango en la que es nativa, que abarca vastas regiones de jungla tropical y subtrópicos.
En las zonas rurales de Tailandia y en Laos, el tifus murino y el tifus de los matorrales representan un cuarto de todos los casos de adultos que concurren al hospital con fiebre y cultivos de sangre negativos. La incidencia en Japón ha disminuido a lo largo de las últimas décadas del siglo XX, probablemente a causa de una menor importancia de las labores agrícolas, y numerosas prefecturas informan menos de 50 casos por año.
En Corea afecta más a las mujeres que a los hombres, pero esto no es así en Japón, y se piensa que se debe a los roles que las diversas culturas asignan a los sexos donde a veces las mujeres cuidan de las huertas con mayor frecuencia, y por lo tanto quedan expuestas a material vegetal habitado por ácaros. La incidencia se encuentra en aumento en la zona sur de la Península India.
Clasificación
Si bien la enfermedad es similar en presentación a otras formas de tifus, su patógeno no se encuentra incluido en el género Rickettsia con la bacteria del tifus propiamente dicho, sino en Orientia. Por ello la enfermedad a menudo es clasificada en forma separada de los otros tifus.
Historia
Se trata de una αproteobacteria Gram negativa de la familia Rickettsiaceae, aislada e identificada en 1930 en Japón.
Mecanismo de transmisión
Es transmitida por la mordedura indolora y, por tanto, inadvertida de larvas de ácaros ambientales de la familia Trombiculidae, conocidos como ácaros de la cosecha o ácaros rojos (en inglés: chigger mites).
Clínica
Clásicamente se presenta como un cuadro febril asociado a exantema y una costra negra o escara en la zona de inoculación. La escara se constituye unos días posteriores a la inoculación, pasando por un estado inicial de pápula eritematosa que se va necrosando en el centro, rodeada a veces de un halo eritematoso. La lesión es pequeña, del tamaño de una quemadura de cigarro y no es dolorosa.
La fiebre aparece uno a dos días después, en forma abrupta, suele ser alta, acompañada de compromiso del estado general, cefalea intensa, dolor retro-ocular, mialgias y sudoración nocturna. Puede haber congestión conjuntival, artralgias, tos, dolor abdominal, disminución de la agudeza auditiva y un compromiso del sensorio que le da el nombre de tifus a la enfermedad (del griego typhos, “estupor que como el humo oscurece y nubla la mente”).