Epidemiología
Entre 2002 y 2017 se reportaron alrededor de 60,000 casos en 33 países (ninguno proveniente de Europa), todos situados en regiones tropicales o subtropicales con clima húmedo.
La mayor concentración de casos se encuentra en África occidental, siendo los tres países considerados como endémicos Costa de Marfil, Ghana y Benín que, en conjunto, notifican un 73% de los casos.
En el periodo 2010–2017, un total de 23.206 casos de úlcera de Buruli fueron notificados a la ONU por 17 países: 14 países africanos y 3 de la región del Pacífico occidental (Japón y Papúa Nueva Guinea). [5]
En el continente americano esta infección es especialmente rara; los países afectados son Guayana Francesa, Brasil, Perú y México. [6] El primer caso comunicado en México se comunicó en 1956 [7] y los dos últimos de 2005 [8] no se notificaron a la OMS, que suman 8 casos totales;19 en la actualidad se considera inactivo.
En general, la carga anual de casos notificados ha ido disminuyendo desde un máximo de 5937 casos en 2004, hasta los 1952 casos de 2016. Sin embargo, a partir de ese año se observó un repunte del número de casos notificados hasta llegar a los 2708 de 2018, y terminando 2019 con 2260 casos notificados. [9] Los países incluídos en este análisis: Australia, Benin, Cameroon, Congo, Côte d’Ivoire, Democratic Republic of the Congo, Equatorial Guinea, Gabon, Ghana, Guinea, Japan, Liberia, Nigeria, Papua New Guinea, Sierra Leone, South Sudan, Togo, Uganda.
El único país que en 2019 ha notificado más casos (943) que en 2018 (424) fue Nigeria. El resto de los países o bien han notificado el mismo número de casos en ambos años, o no han notificado sus casos, o han notificado menos casos que en el año anterior. Hay que tener en cuenta que los datos no son completamente fiables por la falta de continuidad en la notificación de algunos países que se encuentran envueltos en conflictos armados, entre otras razones.
Camerún
La úlcera de Buruli fue notificada en Camerún por primera vez en 1969. Sin embargo las medidas de control organizado de la úlcera de Buruli en el país comenzó 33 años más tarde con la creación de dos Centros de Diagnóstico y Tratamiento de Úlcera de Buruli en Ayos y Akonolinga en 2002, con el apoyo de FAIRMED (antes conocido como ALES, Aide Aux Lépreux Emmaüs-Suisse) y MSF (Médicos Sin Fronteras) Suiza, respectivamente.
La eficacia de la gestión de la patología en estos primeros centros llevó al Ministerio de Salud de Camerún a establecer un Programa Nacional de Control de la Úlcera de Buruli en 2004. Tras una encuesta nacional sobre úlcera de Buruli en 2004, se crearon tres Centros de Diagnóstico y Tratamiento de Úlcera de Buruli adicionales en 2006 en los tres distritos de salud altamente endémicos recientemente identificados, es decir, Bankim, Mbonge y Ngoantet-Mbalmayo.
La estrategia inicial de los equipos médicos de estos Centros de Diagnóstico y Tratamiento de Úlcera de Buruli fue realizar un cribado masivo de úlcera de Buruli, campañas de sensibilización y concienciación en comunidades y escuelas, y manejo de los casos de BU detectados. Gradualmente, los comités de salud se activaron en las áreas de intervención y se hicieron responsables de las campañas de sensibilización y concienciación de la comunidad para la úlcera de Buruli, la búsqueda de casos y su derivación. La participación de la comunidad en la derivación de casos sospechosos a los Centros de Diagnóstico y Tratamiento de Úlcera de Buruli para su confirmación y tratamiento aumentó después de que muchos voluntarios fueron capacitados para reconocer las úlceras de Buruli en sus comunidades. A medida que las comunidades se volvieron más conscientes de la patología, la búsqueda activa de casos dio paso gradualmente a la búsqueda pasiva de casos y los casos se presentaron por sí solos o se remitieron a Centros de Diagnóstico y Tratamiento de Úlcera de Buruli.
En Camerún, los Centros de Diagnóstico y Tratamiento de Úlcera de Buruli envían mensualmente los formularios BU02 de la OMS junto con los informes de actividad al Programa Nacional de Control de Úlcera de Buruli. Entre 2002 y 2016, se notificaron 3850 casos de úlcera de Buruli en el país, con un pico de 914 casos vistos en 2004, explicado por la encuesta nacional de úlcera de Buruli de ese año. Se notificaron números considerablemente menores de casos en los últimos años, con un mínimo de 85 casos en 2016. Entre 2002 y 2014, el número de distritos sanitarios identificados como endémicos de úlcera de Buruli aumentó de 2 a 64 (Fig. 3). [10]
Aumento en el número de distritos sanitarios identificados como endémicos para la úlcera de Buruli entre 2001 y 2014. [11]
A partir de 2016, los casos sufren un ligero aumento hasta llegar en 2018 a los 155. En el último periodo anual registrado de 2018 a 2019, vuelven a disminuir el número de casos notificados hasta los 106.
Si bien las regiones endémicas se detectaron principalmente en la parte sur y central de Camerún, se requiere una encuesta nacional para confirmar la presunta presencia de úlcera de Buruli en la parte norte del país. Sin embargo, se ha demostrado que una reducción de los recursos y actividades del programa por parte de los principales socios de apoyo durante los últimos años ha provocado una disminución de las actividades de vigilancia, lo que ha repercutido negativamente en los indicadores de rendimiento en este país [11].
La úlcera de Buruli es una enfermedad encontrada fundamentalmente en focos de zonas rurales cercanas a humedales (estanques, pantanos, ciénagas, embalses y zonas con aguas estancadas) y en ríos con poca corriente, especialmente en áreas inundadas y, en general, en ecosistemas alterados por la presencia humana. [12]
Por ejemplo, se observaron casos de úlcera de Buruli entre los caucásicos que vivían en el campus de la Universidad de Ibadan, Nigeria, lo que se asoció a la represa de un pequeño arroyo que atraviesa el campus. En el norte de Liberia, empezaron a surgir casos cuando se represó el río Manor y aumentaron los humedales para el cultivo de arroz en los pantanos. Otros ejemplos incluyen la represa del río Mapé en Camerún, el río Densu en Ghana y el río Bandama en Costa de Marfil. Además de los cambios en los ecosistemas introducidos por el ser humano, las temporadas de lluvia intensa también pueden provocar un aumento de los casos. En Uganda, se relacionó un brote con una inundación sin precedentes de los lagos de Uganda, distrito de Busoga, entre 1962 y 1964. [11]
Aunque no hay diferencias de incidencia entre géneros (hombres: mujeres, 1:1:), los comportamientos poblacionales tienen una gran influencia en las variaciones de la incidencia, como muestran las mayores tasas de incidencia entre los hombres dentro de las familias, y más preponderantemente entre los niños con respecto a las niñas. De esta forma, se puede concluir que que la enfermedad no está completamente determinada por el entorno natural. [13]
Respecto a la incidencia por grupos de edad, los estudios muestran que la úlcera de Buruli afecta a los extremos de edad. En los países de África, la población de niños entre 5 y 15 años es la que presenta más prevalencia, mientras que en Japón y Australia los pacientes suelen ser adultos. [14]
Datos de ensayos controlados aleatorizados, no revelaron que la vacuna BCG protegiera frente a la úlcera de Buruli (odds ratio (OR) = 0.63; 95% CI = 0.38-1.05; I2 = 56%), una conclusión que estudios de caso-control parecen corroborar.
Por otro lado, la infección por VIH (OR = 6.80; 95% IC = 2.33-19.85; I2 = 0%) y el alelo SLC11A1 rs17235409 A (OR = 1.86; 95% IC = 1.25-2.77; I2 = 0%) se asocian con un aumento de la prevalencia de la enfermedad.
Respecto a la influencia de la historia familiar de úlcera de Buruli, no hay conclusiones definitivas. [15]
[5] Omansen TF, Erbowor-Becksen A, Yotsu R, et al. Global Epidemiology of Buruli Ulcer, 2010–2017, and Analysis of 2014 WHO Programmatic Targets. Emerging Infectious Diseases. 2019;25(12):2183-2190. doi:10.3201/eid2512.190427. (https://wwwnc.cdc.gov/eid/article/25/12/19-0427_article)
[6] Buruli ulcer – Diagnosis of Mycobacterium ulcerans disease. World Health Organization. 2018.
[7] Lavalle, P. Infección humana por Mycobacterium ulcerans. Confirmación del primer caso observado en México. Dermatol Rev Mex 1956;1:5-15.
[8] Novales-Santa Coloma J, Navarrete-Franco G, Iribe P et al. Ulcerative cutaneous mycobacteriosis due to Mycobacterium ulcerans: Report of two Mexican cases. Int J Lepr 2005;73(1):5-12. DOI: 10.1489/1544-581X(2005)73[5:UCMDTM]2.0.CO;2.
[9] Datos del THE GLOBAL HEALTH OBSERVATORY (WHO) – https://www.who.int/data/gho/data/indicators/indicator-details/GHO/number-of-new-reported-cases-of-buruli-ulcer
[10] Tabah EN, Johnson CR, Degnonvi H, et al. Buruli Ulcer in Africa. 2019 Apr 30. In: Pluschke G, Röltgen K, editors. Buruli Ulcer: Mycobacterium Ulcerans Disease [Internet]. Cham (CH): Springer; 2019. Available from: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/books/NBK553829/ doi: 10.1007/978-3-030-11114-4_2
[11] Tabah EN, Johnson CR, Degnonvi H, et al. Buruli Ulcer in Africa. 2019 Apr 30. In: Pluschke G, Röltgen K, editors. Buruli Ulcer: Mycobacterium Ulcerans Disease [Internet]. Cham (CH): Springer; 2019. Available from: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/books/NBK553829/ doi: 10.1007/978-3-030-11114-4_2
[12] Merritt RW, Walker ED, Small PL, et al. Ecology and transmission of Buruli ulcer disease: a systematic review. PLoS Negl Trop Dis. 2010;4(12):e911. Published 2010 Dec 14.
[13] Jordi Landier. Epidémiologie de l’ulcère de Buruli et de la transmission de Mycobacterium ulcerans au Cameroun : personnes, saisons, espaces et insectes. Maladies infectieuses. Université Pierre et Marie Curie – Paris VI, 2014. Français. NNT : 2014PA066370
[14] Infección por Mycobacterium ulcerans. Úlcera de Buruli. Dermatol Rev Mex 2020 marzo-abril;64(2):144-153.
[15] Fevereiro J, Sajjadi N, Fraga AG, Teixeira PM, Pedrosa J. Individual and clinical variables associated with the risk of Buruli ulcer acquisition: A systematic review and meta-analysis. PLoS Negl Trop Dis. 2020;14(4):e0008161. Published 2020 Apr 8. doi:10.1371/journal.pntd.0008161