Parasitosis intestinal producida por nematodos: Ancylostoma duodenale, A. ceylanicum, A. braziliense, A. caninum y Necator americanus.
La vida media de estos gusanos adultos, que miden un centímetro de longitud, es de unos seis años.
Parasitosis intestinal producida por nematodos: Ancylostoma duodenale, A. ceylanicum, A. braziliense, A. caninum y Necator americanus.
La vida media de estos gusanos adultos, que miden un centímetro de longitud, es de unos seis años.
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Es endémica en los países tropicales y subtropicales, así como en lugares con condiciones ambientales similares, como las minas. La encontramos en muchas zonas de Asia, principalmente en Asia sudoriental, el Pacífico meridional y África Oriental. En América Latina, la incidencia varía entre los diferentes países, siendo mayor en Brasil, Argentina, Paraguay y Bolivia.
Ancylostoma duodenale (Norte de África hasta el Valle del Nilo incluido, norte de la India, norte de Asia Oriental, zonas andinas de América del Sur, Pacífico Sur y cuenca mediterránea), Necator americanus (Asia sudoriental, América Central y del Sur y África tropical) y A. ceylanicum (únicamente en Sri Lanka). A. braziliense (zona tropical y subtropical) y A. caninum (Síndrome de enteritis eosinofílica en Australia).
El reservorio son los humanos, salvo para el A. ceylanicum y A. caninum que son los perros y gatos. Los huevos que hay en las heces se depositan en el suelo, eclosionan y las larvas se desarrollan durante 7-10 días hasta que son infectivas.
El hombre, al estar con los pies o las manos sin protección, toma contacto con las larvas que atraviesan la piel, alcanzan la circulación sanguínea, llegan al corazón y de allí los pulmones; donde alcanzan la luz de los bronquios y ascienden hasta la tráquea y la faringe y son deglutidos para, finalmente, permanecer en el intestino delgado unidos a la mucosa intestinal por su cápsula bucal. Producen miles de huevos al día.
Las larvas de A. caninum y A. braziliense mueren dentro de la piel tras producir la larva cutánea migrans. No existe transmisión persona a persona, pero un individuo infectado puede contaminar el suelo durante años si no recibe tratamiento.
2 días – 2 años.
Las primeras manifestaciones clínicas en aparecer se observan a nivel de la piel por donde penetró el parásito, produciendo una erupción en la zona, con hinchazón, enrojecimiento y una intensa picazón. Como consecuencia del rascado, puede infectarse con otros microorganismos.
Cuando los parásitos alcanzan los pulmones pueden desencadenar fiebre, disnea y tos. Posteriormente, presentan dolor abdominal, náuseas, diarrea y pirosis, como consecuencia de la llegada del parásito al intestino.
El signo fundamental que caracteriza a esta enfermedad, es la anemia que produce por las persistentes pérdidas sanguíneas a nivel intestinal (palidez y fatiga). En los casos más graves, la piel puede adoptar una coloración amarillo terroso, acompañándose de astenia, edema en los párpados y en los pies, diarreas, distensión del abdomen y retraso en el crecimiento en los niños.
Mebendazol 100 mg /12h / 3d o 500 mg en monodosis. N. americanus: Albendazol 400 mg en monodosis. Pamoato de pirantel 11 mg/kg (max 1g en niños)/día / 3d. A. braziliense: Albendazol 400 mg/12h/5 días. Ivermectina 12 mg en monodosis. En caso de parasitación intensa, se debe repetir la misma dosis pasados 8-15 días. En los niños: Como en el adulto.
Educación, saneamiento de heces de humanos, perros y gatos. Uso de calzado en zonas endémicas. Evitar contaminación del suelo. Uso de letrinas, no uso de agua para riego de pozos negros o agua residual. Tratamiento de las personas infectadas: principalmente las que acuden de zonas endémicas a otras con baja endemicidad. La OMS recomienda el uso de estrategias encaminadas al tratamiento de la comunidad.
Una organización científica dedicada al estudio y control de las Enfermedades Infecciosas en el mundo, zoonosis emergentes y medicina tropical y del viajero.
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