Ciclo biológico: El reservorio son las ovejas, carnívoros salvajes, caballos y perros. Más raramente en vacas, cabras, cerdos, liebres, conejos, cérvidos, camellos, dromedarios y jirafas. El vehículo de transmisión es el agua, la comida y la tierra (contaminados por perros). Las ovejas, y otros animales, que aciertan a comer pasto contaminado, ingieren con él huevos de T. multiceps, que pasan así a su intestino. En el intestino de la oveja, el huevo deja libre una larva o embrión, que perfora las paredes del intestino y penetra en los vasos sanguíneos y linfáticos de la región, siendo arrastrados por la corriente que los lleva a distintos tejidos, pero únicamente se detendrán en el sistema nervioso central (SNC), cerebro y médula. Si el perro come la cabeza de una oveja afectada, pasan a su intestino las membranas del cenuro con las «cabezas» de la larva, que se independizan a favor de las secreciones intestinales, se fijan a la mucosa y comienzan a producir los anillos de otras tantas tenias, quedando éstas totalmente formadas alrededor de las cuatro semanas de haber sido ingerido el cenuro.
Clínica: Masa a nivel cerebral, ocular, muscular o tejido subcutáneo. Los síntomas aparecen meses o años después de la infección. La afectación del SNC provoca clínica neurológica asociada como convulsiones, modorra, etc. Es común la presencia de aracnoiditis basilar con hidrocefalia interna.
Diagnóstico: Identificación del parásito en el material de biopsia. Calcificaciones en examen radiológico. RNM y TAC.
Tratamiento: Excisión. Praziquantel Se puede valorar su uso a dosis altas como 50 mg/kg/día. (también en niños).
Prevención: Medidas higiénicas en la alimentación y con el contacto con los perros. Destruir por el fuego, o por la cocción, no por su enterramiento en el suelo, las cabezas de los animales que se sacrificaron por haber padecido modorra. Evitar la entrada de perros en los mataderos, especialmente en los rurales, y en los estercoleros, donde a veces van a parar vísceras animales de origen casero. Captura de perros vagabundos. No emplear para la alimentación de perros vísceras crudas procedentes de mataderos. Tratamiento de todos los perros con tenicidas recomendados por las autoridades sanitarias, dos o tres veces por año, como mínimo.