Nuevos antivirales para el COVID19
Hasta Diciembre de 2021 sólo disponíamos
Veklury (Remdesivir) un antiviral inyectable que se desarrolló inicialmente para la enfermedad del virus del
Ébola y que se ha utilizado en pacientes hospitalizados de COVID19 que además requieran oxígeno
Desde hace unos días además disponemos por primera vez de un antiviral de uso oral para el SARS-CoV2. Paxlovid. Una combinación de – nirmatrelvir – un principio activo que evita la replicación del virus en el organismo y ritonavir que consigue que el cuerpo retenga el primero para prolongar su efecto. Este fármaco ha recibido autorización de emergencia por parte de la Agencia Europea del Medicamento (EMA), lo que significa que, si el médico lo considera oportuno, podrá solicitar la autorización para administrarlo a un paciente concreto siendo la Agencia Española del Medicamento (AEMPS) quien deberá estudiar entonces el caso de forma individualizada y decidir si lo aprueba.
También otro antiviral Lagevrio (Molnupiravir), aunque no está autorizado, cuenta con la recomendación de uso del Comité de Medicamentos de Uso Humano (CHMP) de la EMA y ya se está siendo utilizado en algunos países.
Además hay otros antivirales que vendrán los próximos meses con mecanismos de acción novedosos, y que debemos acostumbrarnos a escuchar, como es el caso de Ensovibep, con terapia DARPin multiespecífica que se postula como una solución a la aparición de nuevas variantes y mutaciones .
¿Qué aportan las nuevas moléculas?
En concreto las nuevas moléculas que vienen, según los estudios disponibles reducen el porcentaje de hospitalizaciones, visitas a urgencias o muertes en pacientes vulnerables de tener complicaciones. Las investigaciones han demostrado que reducen las hospitalizaciones, visitas a urgencias y muertes.
Estos fármacos son eficaces si se administran de forma precoz, hablamos de cuando aparecen los primeros síntomas de la enfermedad (Preferiblemente en los primeros 5 días) y en personas que además tienen algún tipo de factor de riesgo de desarrollar la enfermedad de manera grave.
¿Efectos secundarios?
Siempre se debe seguir su ficha técnica. Por ejemplo en el caso de Paxlovid, no está recomendado para personas con problemas renales, de hígado o embarazadas. Los efectos secundarios más comunes que se han notificado durante el tratamiento fueron la alteración del gusto, diarrea, nauseas o vómitos. También se deben tener en cuenta las interacciones potenciales con otros medicamentos.
Cuestión de prioridades
La prioridad actual es proteger a los grupos vulnerables frente a la enfermedad, esto es, pacientes con sistemas inmunitarios comprometidos y comorbilidades.
Esta protección se debe basar en una valoración integral de estos pacientes, de forma que se ponga de relieve no sólo la presencia de determinados signos de alarma (como pueden ser dificultad respiratoria, deterioro del estado general …) sino también el riesgo de complicaciones y de progresión de la enfermedad. En este sentido cada comunidad autónoma y ámbito asistencial ya aplica protocolos. Aunque estoy convencido de que en los próximos meses asistiremos a la mejora del cálculo individual de dicho riesgo. Apareciendo nuevas herramientas y escalas que lo faciliten.