Aedes vittatus presenta una amplia distribución en África y Asia, estando presente también en algunos países europeos de la cuenca mediterránea, incluyendo España. Recientemente (abril 2018) fue detectada su presencia en Andalucía y en 2017 en Galicia.
Algo de historia Aedes vittatus fue descrito inicialmente en Córcega por Bigot bajo el nombre de Culex vittatus en 1861. Tras su atribución al género Aedes Meigen por Theobald en 1901, donde se encuadró inicialmente en el subgénero Stegomyia, fue transferido en 1903 a Aedimorphus por Theobald. Más recientemente, se incluyó en un subgénero de nueva creación: Fredwardsius (Reinert 2000) que el mismo autor elevó a género poco después (Reinert et al. 2004), siendo entonces su denominación Fredwardsius vittatus. Sin embargo, la discusión subsiguiente a esta reordenación global de los Aedinos resultó en la reversión de muchos de esos cambios (Wilkerson et al. 2015). |
Este mosquito pertenece al género Aedes, por lo tanto, se caracteriza por tener los palpos mucho más cortos que la probóscide, característica taxonómica que le diferencia de los anophelinos, presentando de forma distintiva, setas post-espiraculares y escamas en el paraterguito (aunque no en todos), característica taxonómica que los separa de otros grupos de culicinos.
Presenta una combinación de palpos maxilares de extremo blanco, mancha blanca media en la tibia III, grupo de las escamas más claras en la parte central de una probóscide oscura, tarsómero T5 (III) totalmente blanco, y por la característica diagnóstica clave de la presencia de 4 a 6 puntos blancos en el escudo. Otros caracteres son las sedas mesepimerales inferiores.
La relevancia vectorial de Ae. vittatus podría ser considerable de encontrarse más uniformemente distribuido, pues se le relaciona con brotes de fiebre amarilla en África, y se le considera vector competente para los virus del Dengue , Zika y Chinkungunya.
La distribución de esta especie es paleártica (incluye Europa, Asia al norte del Himalaya, África septentrional y las zonas norte y central de la península arábiga), relativamente frecuente en el continente africano y menos común en el oeste de Europa. En España, se la ha citado en las provincias de Alicante (2010), Baleares (1951), Barcelona (1965), Cáceres (1935), Castellón (2010), Ciudad Real (1930), Córdoba (1935), Gerona (1989), Jaén (1935), Salamanca (1935) y Segovia (1935), Pontevedra (2017) y Sevilla y Huelva (2018).
Hasta el momento, en España sólo se le ha encontrado muy ocasionalmente y de forma dispersa, aunque cabría preguntarse si esa baja ocurrencia no sería más bien el reflejo del pobre conocimiento disponible sobre los culícidos del país durante gran parte del siglo pasado (Eritja et al.2000).
La mayoría de los aedinos son de marcado carácter exofágico, es decir, pican en el exterior de las habitaciones, aunque Aedes aegypti suele descansar en lugares cubiertos (dentro de las casas), por lo que es probable que pueda picar a los humanos dentro de las habitaciones.
Es una especie estenógama estival, de actividad diurna y crepuscular, que toma sangre sobre cualquier mamífero. Sus hábitats larvarios son oquedades en rocas fluviales, donde deposita huevos resistentes a la desecación en el sustrato fangoso, justo por encima de la línea de superficie del agua. Estos focos larvarios se caracterizan por su fuerte insolación y por mantener cierta carga de salinidad. Ocasionalmente se la encuentra en recipientes artificiales y en oquedades inundadas en los troncos de los árboles.
La picadura de los Aedinos suele ser bastante dolorosa con una gran afectación local.
Revisado por la Dra. Rosario Melero Alcíbar.
Una organización científica dedicada al estudio y control de las Enfermedades Infecciosas en el mundo, zoonosis emergentes y medicina tropical y del viajero.
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