Hay dos vacunas contra el herpes zóster que ayudan a reducir el riesgo de infección y el intenso dolor residual que puede causar, la llamada neuralgia posherpética.
- La vacuna recombinante que contiene únicamente fragmentos no infecciosos del virus (Nueva) -de elección-
- La vacuna que contiene virus vivos atenuados (Antigua)