Medusas
La medusa es un animal invertebrado, perteneciente al género de los cnidarios, palabra que deriva del griego cnidia y que significa “ortiga”, y que alude a una de las principales características de las medusas que es la posesión de los denominados cnidoblastos que son unas células urticantes distribuída a lo largo de su superficie y que cumplen una misión de defensa y de captura de presas.
Las medusas, aunque su capacidad de movimiento es bastante limitada, se acercan a las costas en determinadas épocas del año arrastradas por las corrientes marinas o para completar parte de su ciclo vital.
La composición del veneno de las picaduras es aún bastante desconocida y sobre todo variada dependiendo de la especie de la que se trate, pero su mayor o menos efecto dependerá de ciertos factores como:
- La densidad de las células urticantes
- La zona afectada por la picadura. La zona más sensible es el tronco ya que desde ahí puede penetrar más rápido en el torrente sanguíneo.
- La cantidad de veneno inyectado
- La edad y peso de la víctima
- La exposición anterior al veneno de medusa lo que podría acrecentar sus efectos
¿Qué síntomas produce?
Signos y síntomas: dolor, intenso picor, eritema y edema de la zona afectada. Habrá eritema y habones urticariales, pero en algunos casos puede evolucionar a ulceración y necrosis.
Posteriormente pueden aparecer síntomas similares a los producidos por una quemadura. La distribución del veneno por todo el organismo puede conducir a una sensación de opresión torácica, calambres musculares e incluso dificultad respiratoria.
Aparece con cierta frecuencia un cuadro con angustia, agitación, pérdida de apetito, conjuntivitis y en ocasiones dolor de cabeza. Pero, en general, la clínica post-picadura suele ceder en pocas horas. De manera más rara y en personas especialmente sensibles a estas picaduras, como lactantes, ancianos o personas con graves enfermedades generales, la sintomatología puede ser de mayor gravedad. Si esto ocurriera se debe trasladar al afectado al hospital o centro de salud más cercano.
Tratamiento:
- Cuando una medusa nos ha picado, el dolor y picor es inmediato.
- Lo primero que hay que hacer es limpiar la zona afectada por la picadura.
- Nunca deberemos usar agua dulce, ya que podrá romper las células urticantes, sufriendo otra picadura.
- Para limpiar la zona, el suero fisiológico o agua salada.
- Aplicar frío en la zona afectada durante 15 minutos, no aplicar el hielo directamente sobre la picadura, sino cubierto con algún paño o toalla.
- Si hay algún resto de tentáculo adherido a nuestra piel, debemos quitarlo, pero nunca con las manos. Utilizaremos unas pinzas.
- También se administrará un antihistamínico, para la reacción y un analgésico para el dolor.
- En mujeres embarazadas, se deberá prestar especial atención a la hora de administrar el antihistamínico.
- Si el dolor es muy intenso o el estado de la víctima empeora, deberá acudir a un centro médico de inmediato.
- No hay que frotarse ni con toallas, ni con arena, ni con nada que pueda lastimarnos más.
Precauciones ante las medusas:
Si observamos que hay muchas medusas en la costa:
- Cerrar la playa durante, al menos, 24 horas. Identificar si es posible la especie.
- Tomar precauciones incluso si las medusas están lejos de la costa. La acción de las olas puede arrastrar tentáculos que siguen siendo activos.
- Sacar, con mucho cuidado, el máximo posible de medusas del agua y recoger las que estén en la arena.
- Avisar a los bañistas que no estén muy familiarizados con las medusas.
- ATENCIÓN ESPECIAL CON LOS NIÑOS, PERSONAS CON HISTORIAL DE ALERGIAS, PERSONAS QUE HAYAN SIDO PICADAS CON ANTERIORIDAD O CON PROBLEMAS CARDÍACOS.
- No pasear por la playa ni rompeolas donde podamos salpicarnos; el agua arrastra fragmentos de medusa con células activas.
- Las células precisan de un periodo de 24 horas de sol para desactivarse.
Chironex fleckeri
Carukia barnesi