Congelaciones

Normas básicas para el tratamiento de las congelaciones por personal no sanitario

 

Congelaciones

 

  • Se producen cuando la temperatura es tan baja que afecta a los tejidos. Se acompaña de formación de cristales de hielo intracelulares con destrucción celular. La piel afectada se entumece y toma un color blanquecino o gris amarillento, transformándose inusualmente en una piel dura o con un aspecto de cera. Las partes del cuerpo más frecuentemente afectadas por congelación son la nariz, los oídos, las mejillas, la barbilla y los dedos de manos y pies.

 

  • Los síntomas de una congelación incluyen dolor, palpitaciones en la zona, falta de sensibilidad o, peor aún, aparición de un tejido ennegrecido y con ampollas. En casos extremos pueden verse afectados los vasos sanguíneos, siendo necesario realizar amputaciones. Una segunda congelación sobre una previa podría ocasionar daños aún más graves sobre los ya existentes.

 

Prevención

 

  • No existe ningún fármaco que ayude con evidencia a la prevención de las amputaciones
  • Luchar contra la deshidratación, el agotamiento y la inmovilización prolongada
  • Protegerse del frío y la humedad
  • La altitud (por la hipoxia) aumenta la posibilidad de congelaciones
  • Elegir la ropa adecuada para la actividad. Botas, guantes o arnés que no aprieten demasiado
  • Planificar la actividad de acuerdo con la meteorología, exigencia física de la actividad y exigencia técnica
  • Evitar el alcohol, el tabaco y las drogas
  • Atención a los factores predisponentes como congelaciones anteriores, diabetes, enfermedad de Raynaud, medicación con neurolépticos

 

Medidas generales:

 

  • Aislarse del frío
  • Hidratar adecuadamente bebiendo abundantes líquidos orales. Calientes en el caso de coexistir hipotermia
  • Si se acompañara de agotamiento tratarlo inicialmente con bebidas calientes, azucaradas y/o energéticas. Cuando estuviera en condiciones de comer, alimentar por vía oral
  • Tratar los posibles traumatismos y lesiones acompañantes
  • Si se considera necesario, contactar con la Unidad de Congelaciones y Patologías de Montaña del Hospital General “San Jorge” de Huesca: ucongelacioneshsj@salud.aragon.es

 

Pautas básicas de recalentamiento:

 

  • No iniciar el recalentamiento si existe la posibilidad de nueva congelación. El proceso congelación-recalentamiento-congelación tiene unas consecuencias muy nefastas
  • Calentar por primera vez la parte afectada hasta intentar que recupere la misma temperatura o coloración que el resto del cuerpo (una hora)
  • La temperatura del agua para recalentar deberá estar entre 38ºC-39ºC
  • Ir añadiendo agua para mantener temperatura
  • Si se dispone, añadir al agua algún antiséptico como la povidona yodada
  • Si se dispone, administrar oxígeno dentro del agua a 2 lpm para conseguir “baños de torbellino” y favorecer la asepsia y el desbridamiento fisiológicos de las heridas
  • Continuar después con más baños de recalentamiento de unos 20 minutos de duración a una frecuencia de dos a tres al día
  • Aprovechar los baños de recalentamiento para iniciar la rehabilitación de las posibles secuelas (dedos en garra”) moviendo los dedos de las manos y/o de los pies
  • A partir de las congelaciones de 2º grado, el recalentamiento favorece la aparición de las ampollas
  • Si el recalentamiento resultara doloroso (lo más habitual), tomar algún analgésico

 

Figura 1. Recalentamiento

 

Advertencia: La recuperación de la sensibilidad después del recalentamiento indica buen pronóstico. Si después del recalentamiento persiste la cianosis (coloración azulada) y/o color grisáceo y/o falta de temperatura y/o hipoanestesia o falta de sensibilidad y/o lesiones ampollosas (serosas o hemorrágicas, especialmente estas últimas), el pronóstico no es bueno y podría dar lugar a necesidad de amputaciones (Figura 2 a Figura 5).

 

Cuanta más es la extensión de las lesiones de los dedos (de las manos o los de los pies), partiendo de la falange distal (pulpejo del dedo) hasta la proximal (la parte que contacta con la palma de la mano o pié), el pronóstico es cada vez peor y la necesidad de amputación más grande. En estos casos habría que proceder a la evacuación del accidentado y traslado hacia un centro especializado.

 

Figuras 2-5

   

Cuidado de las heridas

 

  • Una vez finalizada la sesión de recalentamiento debe secarse cuidadosamente las zonas afectadas y pincelarse con povidona yodada
  • Mantener siempre la asepsia
  • Aplicar una gasa no adherente como primera capa de apósito
  • Colocar apósitos independientes para cada dedo afectado
  • Cualquier tipo de pomada debe evitarse por la posibilidad de producir una maceración de las zonas lesionadas
  • No aplicar vendajes muy oclusivos ni que compriman

 

Cuidado de las ampollas

 

No hay un consenso claro sobre el cuidado de las ampollas inducidas por congelación. Para algunos autores el alto contenido de mediadores inflamatorios en el líquido de las ampollas indica que debe ser drenado. Otros autores tienen un enfoque más conservador.

 

En un medio donde se pueda garantizar la asepsia, lo razonable es drenar y desbridar las grandes ampollas serosas no hemorrágicas que pueden entorpecer la circulación y que afectan a las articulaciones. Una forma práctica de drenaje es coser la ampolla con un hilo.

 

Las ampollas hemorrágicas de tamaño importante deben drenarse por aspiración sin necesidad de desbridar. Las ampollas hemorrágicas reflejan un daño más significativo de la microcirculación.

 

Figura 6

 

Medicación

 

Medicación (Si disponible). Ver nota final en letra negrilla:

 

  • Ácido acetil salicílico 250 mgr en la comida durante al menos 10 días. Consultar continuidad
  • Protector gástrico tipo omeprazol una o dos veces al día
  • Pentoxifilina 400 mgr tres veces al día durante al menos 10 días. Consultar continuidad
  • El vasodilatador tradicionalmente indicado ha sido siempre el buflomedilo, pero como últimamente ha sido retirada su comercialización en España se sutituye por la Pentoxifilina
  • Si dolor tomar la analgesia adecuada tipo metamizol, paracetamol, tramadol, etc
  • Estos cuatro productos enumerados pueden iniciarse con el recalentamiento
  • Para evitar la inflamación tomar ibuprofeno 600 mg tres veces al día y siempre después de comer algo, como medida de protección gástrica.
  • Si existe peligro de infección de las ampollas y lesiones comenzar con antibiótico como amoxicilina/clavulánico, mínimo 500 mgr tres veces al día

 

Nota: Para administrar esta medicación por personal no sanitario, debería consultarse previamente con algún médico experto en congelaciones u otro médico con conocimientos sobre esto fármacos. Esta medicación debería formar parte del botiquín cuando se viaje a lugares o montañas con posibilidades de riesgo de congelación, como también la povidona yodada.

 

Enlaces y bibliografía relacionada:

 

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    • Syme D. On-site treatment of frosbite for mountainners. ICAR Medical Commission.
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Más información:

 

Coordinador: Dr. Manuel Avellanas. Unidad Funcional de Congelaciones y Patologías de Montaña. Hospital de San Jorge de Huesca