Sus fronteras actuales se establecieron con la segunda partición de Bengala en 1947, cuando la región se convirtió en la parte este del recién formado Pakistán. Sin embargo, se encontraba separada de la parte oeste por 1600 km del territorio indio. En 1971, la discriminación política y lingüística, así como el abandono económico, trajeron consigo una serie de conflictos con Pakistán, lo que condujo a la guerra de independencia y al establecimiento de Bangladés como una nación autónoma. Después de la independencia, el nuevo Estado sufrió de hambrunas, desastres naturales y pobreza generalizada, así como agitación política y golpes militares. La restauración de la democracia en 1991 fue seguida por una relativa calma y un lento progreso económico.