Haití proclamó su independencia el 1 de enero de 1804, siendo el segundo país del continente americano en hacerlo y primero de América Latina en acceder a ella tras un singular proceso revolucionario de carácter abolicionista, iniciado en 1791, que desembocó en una prolongada lucha armada contra Francia, la potencia colonizadora desde finales del siglo XVII. Su base étnica poblacional es de origen africano-subsahariano. Es el primer caso en la Historia Universal en que la rebelión de una población sometida al sistema de esclavitud condujo a su emancipación, sentando un precedente definitivo para la supresión del comercio transatlántico de personas.