Desde el I milenio a. C. hasta 1935 fue conocido en Occidente como Persia, aunque hoy en día este nombre sigue siendo válido y aceptado junto con el de Irán.
Es un país con una importancia significativa en la geopolítica al encontrarse entre Oriente Próximo, Asia Central y Asia del Sur. La capital es Teherán, centro político, industrial, comercial y cultural del país. Irán es una potencia regional al que sus grandes reservas de hidrocarburos (cuartas reservas de petróleo y primeras de gas a nivel mundial) confieren una situación de superpotencia energética en potencia y le reportan desde hace décadas una sustancial renta petrolera.
La diversidad étnica de la sociedad iraní, compuesta por persas (el grupo étnico principal), azeríes, kurdos, luros, turcomanos y balochis entre otros, forma parte intrínseca de su cultura y ha proporcionado un atractivo especial a este amplio territorio. Los árabes son una pequeña minoría en Irán (alrededor del 1%).
Irán, junto a Irak, es el hogar de las civilizaciones más antiguas. Las primeras dinastías conocidas en el oeste de Irán son las de Elam, desde 2800 a. C. Los medos formaron el primer imperio que abarcó el «Gran Irán» en 625 a. C. Estos fueron sucedidos por el Imperio aqueménida, helenizado por los seleúcidas tras la conquista por Alejandro Magno y recentrado después en referencias autóctonas por los sucesivos imperios de los partos arsácidas y los sasánidas. Los musulmanes la conquistan en el 651 d. C., con el resultado de la difusión de la lengua persa por toda la meseta iraní y de distintos aspectos de la cultura iraní a lo largo del mundo islámico.