Esta nación tiene sus raíces en el antiguo Imperio mongol, que dominó gran parte de Asia durante el siglo XIII. Posteriormente perdió su independencia al ser asimilado por Manchuria, desde finales del siglo XVII hasta 1911, año en que recuperó brevemente su independencia, luego en 1919 las tropas chinas ocuparon su capital. En 1921, con la ayuda de la Unión Soviética, volvió a independizarse y tres años más tarde, en 1924, se proclamó la República Popular de Mongolia, adoptando políticas comunistas, considerándose un estado satélite de la Unión Soviética. Tras la disolución de la URSS en 1991, Mongolia aprobó en 1992 una constitución liberal que marcó la transición a la democracia representativa, cambiando el país a su nombre actual.