Nueva Zelanda, notable por su aislamiento geográfico, está situada a cerca de 2000 kilómetros al sureste de Australia en el mar de Tasmania, y sus vecinos más cercanos al norte son Nueva Caledonia, Fiji y Tonga. Debido a este largo aislamiento, en el país se desarrolló una fauna endémica dominada por las aves, muchas de las cuales se extinguieron después de la llegada de los humanos y los mamíferos que introdujeron sin ningún control.