El nombre de Portugal probablemente provenga del antiguo nombre de Oporto, del latín «Portus-Galliae» —puerto de Galia, debido a que las naves galas frecuentaban este puerto— o, más probablemente, de «Portus-Cale» —topónimo atestiguado en la Chronica del historiador del siglo v Hidacio—, por un amarradero existente en un lugar fortificado llamado «Cale».
Portugal ha sido un testigo histórico de un flujo constante de diferentes civilizaciones durante los últimos 3100 años. Tartessos, celtas, fenicios, cartagineses, griegos, romanos, germanos (suevos y visigodos), musulmanes, judíos y otros pueblos han dejado huella en la cultura, historia, lenguaje y etnia. Durante los siglos XV y XVI, Portugal fue una potencia económica, social y cultural mundial, así como un imperio que se extendía desde Brasil hasta las Indias Orientales. Posteriormente, sobre todo tras las Guerras Napoleónicas y la independencia de Brasil entre finales del siglo XVIII y principios del XIX, Portugal empezó a vivir periodos convulsos. Con la Revolución de 1910, terminó la monarquía, después de haber tenido, de 1139 a 1910, 34 monarcas. El país vivió bajo una dictadura entre 1933 y 1974, cuando cayó tras una revuelta conocida como la Revolución de los Claveles. En 1986 ingresó en la Unión Europea y, desde 2001, forma parte de la eurozona.