Al igual que su país vecino Liberia, Sierra Leona fue fundada principalmente para establecer a esclavos liberados. Para eso, el líder abolicionista Granville Sharp compró a los jefes de distintas etnias un territorio de 250 km² (por 60 libras esterlinas) e instaló en él una sociedad de agricultores, organizada sobre bases democráticas y pronto transformada en una empresa colonizadora británica. En los siguientes 50 años, desembarcaron 70 mil esclavos en Freetown a los que se sumó la migración de gentes indígenas desde el interior. Los esclavos liberados fundaron la capital del país, Freetown, en 1791. En 1808, Freetown pasó a ser una colonia de la Corona británica, pasando el resto del país bajo el protectorado británico en 1896.