Calor y grupos de riesgo
Se acerca el verano en el hemisferio norte y con ello volvemos a recordar la necesidad de prevenir daños en la salud provocados por el exceso de calor.
La exposición a temperaturas excesivas puede provocar calambres, deshidratación, insolación y golpes de calor, así como un aumento de la mortalidad general en la población.
El calor afecta especialmente a niños, personas mayores y enfermos crónicos. La marginación, el aislamiento, la dependencia, la discapacidad o las condiciones de habitabilidad de las personas con menos recursos son factores que incrementan el riesgo.
Factores de riesgo personales
- Mayores de 65 años, lactantes y menores de 4 años.
- Enfermedades cardiovasculares, respiratorias y mentales (estados de demencia, Parkinson, Alzheimer, etc.).
- Enfermedades crónicas (diabetes, obesidad mórbida, etc.).
- Ciertos tratamientos (diuréticos, neurolépticos, anticolinérgicos, tranquilizantes).
- Alteraciones de la memoria, dificultades de comprensión o de orientación, o autonomía reducida en la vida cotidiana.
- Dificultades en la adaptación al calor.
- Enfermedades agudas durante las temperaturas excesivas.
- Consumo de alcohol y otras drogas.
Factores de riesgo laborales, ambientales, sociales.
- Personas que viven solas, en la calle y/o en condiciones socioeconómicas desfavorables.
- Ausencia de climatización.
- Exposición a calor por razones laborales, deportivas o de ocio.
- Contaminación ambiental y urbanización.
- Exposición durante varios días a elevadas temperaturas que se mantienen por la noche.
Factores de riesgo locales
- La demografía y la existencia de grupos susceptibles.
- La climatología y el grado de adaptación al clima local.
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