Rayos y tormentas eléctricas

El rayo es una chispa eléctrica que salta entre dos nubes o de una nube a la tierra. Tiende a caer sobre puntas elevadas y destacadas. El peligro es máximo en las cumbres de las montañas puntiagudas. En el llano tiende a caer sobre los árboles que se destacan del resto por su altura o aislamiento.

 

Cuando cae el rayo sobre una punta, la carga eléctrica se distribuye inmediatamente por el terreno a su alrededor formando unas corrientes de tierra. Si bien el peligro máximo es recibir la descarga sobre el propio cuerpo, también existe peligro si el cuerpo se halla en el trayecto de las corrientes (viajan sobre todo por las superficies de la tierra, preferentemente por las zonas mojadas -riachuelos …- y pueden saltar a través del aire pequeñas oquedades del terreno.

 

Cuando el aire está cargado eléctricamente pueden aparecer algunos fenómenos que indican peligro inminente de caída del rayo:

 

  • Chisporroteo o erizamiento del pelo.
  • Sonido como un «zumbido de abejas» debido a minúsculas descargas eléctricas en el aire ionizado.
  • Olor a ozono que recuerda al de marisco
  • Incluso en la oscuridad puede verse fuego de San Telmo en torno a los picos (similar a la tenue luz azulada que puede aparecer entorno a los mástiles de los barcos en tiempo de tormenta)

 

Medidas de protección si se sospecha peligro de caída de un rayo:

 

  • No permanecer en las puntas destacadas (cimas aguzadas, centinelas de crestas, árboles aislados).
  • Se cree que es menos peligroso permanecer en la relativa proximidad de las puntas que convertirse a su vez en una punta aislada.
  • Si no es posible huir inmediatamente de la zona expuesta, hay que aguardar en un emplazamiento seguro a que la tormenta acabe.
  • No hay que apoyarse ni tumbarse en la pared ni en el suelo, especialmente si están mojados.
  • Se recomienda permanecer sentado en el suelo, a ser posible sobre material aislante preferiblemente seco (mochila, saco de dormir …) con los pies juntos, las rodillas levantadas y las manos no apoyadas en el suelo, y separado de la pared por una distancia superior a un metro.
  • En un pedregal, una buena solución es sentarse sobre una piedra plana a modo de plataforma, ligeramente elevada pero que no destaque del resto para aislarse de las corrientes de tierra.
  • El interior de una cueva se considera seguro, siempre y cuando no se esté en contacto con las paredes que pueden estar mojadas. La entrada a la cueva sin embargo se considera peligrosa porque las corrientes de tierra que viajan por la superficie de la montaña pueden saltar a través de ella.
  • No se recomienda guarecerse bajo pequeños extraplomos ni agazaparse en pequeñas oquedades del terreno.
  • En montañeros asegurados a pared en terreno expuesto, aunque la cuerda es poco conductorade la electricidad, se ha recomendado que el aseguramiento se disponga perpendicular al trayecto que presuntamente seguirían las corrientes de tierra.
  • También se ha recomendado no encordarse al tronco sino al tobillo.

 

 

En contra de lo que popularmente se cree, es un error desprenderse de los objetos metálicos porque no atraen al rayo y pueden ser muy necesarios momentos después. Si cae un rayo y hay objetos metálicos en contacto con el cuerpo pueden producirse quemaduras cutáneas en la zona de contacto. (Basta con dejar los objetos metálicos a poca distancia hasta que cese la tormenta)

 

Primeros auxilios ante la caída de un rayo:

 

Sólo muere una de cada cuatro personas alcanzadas por el rayo. La muerte de produce por parada respiratoria. La medida priorityaria es asegurar la respiración del afectado. La fulguración es una de las pocas causas de parada cardiorespiratoria en las montañas en que son útiles las maniobras de reanimación cardiopulmonar (masaje cardiaco si se precisa y respiración boca a boca). No hay peligro en reanimar , ya que el contacto con él no puede electrocutarnos.

 

Es necesario trasladar a todo fulgurado a un hospital, en prevención de complicaciones que pueden tardar horas o días en aparecer.

 

Infografía consejos de protección antirrayos