8 mayo, 2020

#VolveremosAViajar ¿Puedo ir a la playa? Transmisión del covid-19 en playas y piscinas

Un reciente informe publicado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) explica las vías de transmisión del SARS-CoV2 en actividades recreativas en playas y piscinas. Concluyendo que la infección del COVID-19 por contacto con el agua de condiciones estándar para el baño es muy poco probable.

El peligro no es el agua, sino la gente bañándose

El documento recopila el estado actual de conocimiento sobre cómo es la transmisión del virus en espacios destinados al baño y otras actividades acuáticas. De las posibles vías de contagio en los ambientes a los que se refiere este informe (piscinas, playas, ríos, etc.), la vía de transmisión principal del SARS-CoV-2 es a través de secreciones respiratorias que se generan con la tos y los estornudos y el contacto de persona a persona.

Las aglomeraciones que pueden darse en las piscinas y playas, así como los objetos de uso común pueden continuar sirviendo de mecanismo de contagio. El agua no sería el medio ideal para el coronavirus, pero las aglomeraciones que se pueden producir en ella, sí.

¿Puedo ir a la playa? , pero debemos extremar las medidas de prevención, distanciamiento sobre todo. El problema no es el medio, sea agua o arena, sino las personas.

Otras posibles vías de contagio revisadas son las derivadas de la presencia del virus en aguas residuales que puedan llegar a masas de agua de baño y la supervivencia del virus proveniente de los bañistas en aguas, arenas y superficies limítrofes.

Los investigadores se han basado en la literatura científica disponible hasta la fecha para dar una serie de indicaciones y recomendaciones para los espacios destinados a actividades acuáticas recreativas.

Tabla 1. Persistencia y supervivencia del coronavirus en ambientes acuáticos (Adaptada de La Rosa et al., 2020).

Consideraciones en los espacios acuáticos recreativos

En actividades recreativas, la infección por SARS-CoV-2 por contacto con el agua de condiciones estándar para el baño es muy poco probable. Sin embargo, estas actividades generalmente implican una pérdida de las medidas recomendadas de distanciamiento social.

En piscinas y spas, el uso de agentes desinfectantes está ampliamente implantado con el fin de evitar la contaminación microbiana de las aguas por la afluencia de usuarios, y esta medida debería ser suficiente para la inactivación del virus.

Los aerosoles generados en un balneario o en una instalación de aguas medicinales tendrán las mismas características de desinfección que las aguas de baño de estas instalaciones. En aquellos casos en los que el ambiente de las instalaciones se mantiene a temperaturas elevadas, como en el caso de las saunas y los baños de vapor, se espera que, debido a la alta temperatura (> 60 ºC), la supervivencia del virus se reduzca.

En lo relativo al agua del mar, aunque actualmente no existen datos de la persistencia del SARS-CoV-2, el efecto de dilución, así como la presencia de sal, son factores que probablemente contribuyan a una disminución de la carga viral y a su inactivación por analogía a lo que sucede con virus similares.

Sin embargo, la supervivencia del SARS-CoV-2 en agua de ríos, lagos, pozas de agua dulce y no tratada es superior en comparación con las piscinas y el agua salada. Estudios centrados en otros coronavirus con características similares al SARS-CoV-2 han demostrado que los virus siguen siendo temporalmente infecciosos en ambientes naturales de agua dulce y por tanto deben extremarse las medidas de precaución para evitar aglomeraciones, siendo éstos los medios acuáticos más desaconsejables en relación con otras alternativas.

Los ríos, lagos y otros lugares de agua dulce estancada son “menos aconsejables”, puesto que es posible que el virus ahí se propague con mayor facilidad.

Otros de los factores que pueden preocupar es la prevalencia del virus en la arena presente en playas o riberas. Aunque no existen estudios experimentales al respecto, la acción conjunta de la sal del agua de mar, la radiación ultravioleta solar y la alta temperatura que puede alcanzar la arena, son favorables para la inactivación de los agentes patógenos. También se hace hincapié en que cualquier forma de desinfección de la arena de la playa debe ser respetuosa con el medio ambiente y no es recomendable su desinfección con los procedimientos habituales para espacios públicos urbanos.

La sal del agua de mar, la radiación ultravioleta solar y la alta temperatura pueden inactivar el virus en la arena

 

Informe playas y piscinas. Fuente: CSIC.  Fecha: 5.05.2020

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